Me canso de repetirlo: la vida es eso que pasa mientras haces planes. En mi caso ni tiempo de hacer planes. Tengo que ocuparme de tantas cosas de tantas personas que se me va la vida en los demás. 

Me hackearon el blog

Para colmo me hackearon la web. ¿Para qué? Para enviar a las personas que querían leer mis contenidos a una web rusa… Un sinsentido porque mis lectores leen en español, pero no le vamos a pedir sentido común a unos chorizos, sean de la nacionalidad que sean.

Para “limpiar” la web me pedían entre 150/250 €, y no está el horno para bollos. Así que me armé de valor, la borré íntegramente para que nadie que viniera a leer mis posts saliera perjudicado. Y ¡oh sorpresa! conseguí ponerla como estaba meses atrás. Se me ha olvidado comentar que, aunque había copias de seguridad (y por partida doble), el bichito seguía apareciendo en cada una de ellas. Me costó muchas horas de esfuerzo y comerme la cabeza, pero aquí sigo, viva e inasequible al desaliento. Poco a poco iré reponiendo el contenido perdido. Se me ha quedado en la Navidad, pero como es un post precioso tampoco pasa nada ¡Ante todo hay que mantener el espíritu positivo!

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Te voy a invitar a suscribirte a mi canal de YouTube, ahí no hay hacker que valga. Así te mantienes al día con las ideas de reciclaje de ropa y calzado, consejos de limpieza y otras cosas que voy subiendo.

Mientras tanto te doy las gracias por tu apoyo, a pesar de todo este tiempo de aparente desconexión. Nos vemos pronto por aquí.